Pilar López de Ayala ha protagonizado dos películas donde su belleza serena son el leimotiv de la trama, ya hablé de En la ciudad de Sylvia y ahora toca hacerlo de El extraño caso de Angélica, la última obra de Manoel de Oliveira.
En ella vemos como un joven fotografo, Isaac, es sacado a rastras en mitad de una noche lluviosa del lugar donde se hospeda para fotografiar a Angélica, una joven que acaba de fallecer repentinamente y a la que su familia quiere inmortalizar con sus mejores galas.
Isaac se enamora perdidamente de la imagen de Angélica, y vemos como progresivamente va perdiendo la cabeza por ella, como se abstrae y se rinde a un mundo de ensueño donde ella se le presenta por las noches y donde todo es posible.
Oliveira nos asocia aquí el amor perfecto con la muerte. La muerte como liberación y perfección. El personaje de Angélica no dice una palabra en todo el metraje, solo se presenta como la felicidad alcanzable. ¿Acaso no imaginamos siempre así al amor?
Por último me gustaría dedicar este pequeño texto a Manoel Oliveira ya que hoy es precisamente su cumpleaños, 103 nada menos. Con una actividad que va desde el cine mudo hasta nuestros días. Y de momento con dos proyectos más en cartera. Una vitalidad incesante y ejemplo para todos.
Y ojalá siga así muchos años más.
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