En este blog ya había mostrado mi predilección por Laurent Cantet cuando en su dia visitamos sus primeras películas, Recursos Humanos , El empleo del tiempo y Vers le sud. Ahora casí un año después de su victoria en Cannes he podido echarle un ojo a su última película Entre les murs (aqui siguiendo la pasión española por el renombre ha sido títulada La clase, un título con mucha menos fuerza en mi opinión)
Entre les murs no es una película (sólo) sobre la enseñanza, en esta clase podemos ver representada buena parte de la sociedad francesa del presente (y del futuro). Vemos un grupo multicultural que esta descolocado, no saben bien a donde pertenecen y lo peor es que no les interesa. Vemos los esfuerzos del profesor Marin por intentar acercarse a ellos, pero descubrimos que el buenrollismo en el que ha ido evolucionando la profesión de maestro no sirve para nada, y como la disciplina intentada imponer a destiempo ya no solo hace sino empeorar la situación.
Dentro de todas las preguntas muy necesarias que lanza la película, sin lugar a dudas lo mejor es su tono neutral, su mostrar las cosas como son. Ningún alumno va a encontrar la luz y va a servir de falsa redención para el profesor. No hay más que ver la simple escena final para recalcar que los tiros no van por ahí.
Entre les murs es una pequeña obra maestra. De esas que llaman cine social, pero sin el más mínimo rastro de edulcoración ni de victimismo. Es para tomarse muy en serio lo que cuenta y para pensar como podemos salir de esta dinámica en el mundo de la educación.
Entre les murs no es una película (sólo) sobre la enseñanza, en esta clase podemos ver representada buena parte de la sociedad francesa del presente (y del futuro). Vemos un grupo multicultural que esta descolocado, no saben bien a donde pertenecen y lo peor es que no les interesa. Vemos los esfuerzos del profesor Marin por intentar acercarse a ellos, pero descubrimos que el buenrollismo en el que ha ido evolucionando la profesión de maestro no sirve para nada, y como la disciplina intentada imponer a destiempo ya no solo hace sino empeorar la situación.
Dentro de todas las preguntas muy necesarias que lanza la película, sin lugar a dudas lo mejor es su tono neutral, su mostrar las cosas como son. Ningún alumno va a encontrar la luz y va a servir de falsa redención para el profesor. No hay más que ver la simple escena final para recalcar que los tiros no van por ahí.
Entre les murs es una pequeña obra maestra. De esas que llaman cine social, pero sin el más mínimo rastro de edulcoración ni de victimismo. Es para tomarse muy en serio lo que cuenta y para pensar como podemos salir de esta dinámica en el mundo de la educación.