Jesse James

El personaje del forajido Jesse James es de los que más veces se ha llevado al cine. Estos dias he podido ver dos versiones, la clásica de Henry King Tierra de audaces y la novedosa El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford. Ambas son tan distintas como interesantes.

En Tierra de audaces vemos a unos hermanos James que trabajan pacificamente, son unos buenos chicos que viven junto con su madre y que nunca han hecho daño a nadie. Pero un dia llega el ferrocarril expropiando tierras a diestro y siniestro sin respetar nada. Los hermanos le hacen frente a la persona que va a echarlos y son acusados falsamente de intento de asesinato, ellos presionados por la ley (que también está al servicio de los constructores de ferrocarriles) deciden huir a las montañas.

Una vez allí y como fórmula de justicia poética deciden hacerse asaltantes de trenes, instigando durante sus robos a sus victimas para que denuncien a la compañia de ferrocarril que los ha dejado sin protección. De esta forma se configura un divertido western acerca de el heroe clásico y digo bien, heroe que no villano, ese papel recae sobre la autoridad y no sobre Jesse incapaz de matar a un inocente o de hacer daño a nadie por pura maldad.

Por otro lado tenemos la versión moderna que mas que un western podemos considerarlo un biopic. Arranca en el momento en que los hermanos James disuelven la banda de forajidos. A partir de ahi la acción se centra en Jesse y en Robert Benton, su asesino. Benton es un joven de 19 años admirador de Jesse, toda su vida ha querido ser como él y que para su desgracia cuando consigue entrar en la banda esta se disuelve.

Jesse de todas formas permite que el muchacho le acompañe en su retiro y aqui es donde este descubre los demonios de James. Jesse no es el personaje resplandeciente que el esperaba, es un animal herido que sin su banda no encuentra forma de seguir adelante. Su depresión y paranoia son tan grandes que empieza a perseguir a los miembros de su banda para matarlos por miedo a que le delaten.

Robert Ford al ver este panorama se sentirá "traicionado" hasta el punto de llegar a cometer su asesinato a sangre fria y por la espalda. Más tarde en un muy buen epilogo podremos observar lo que le depara la suerte a este mediático traidor en que se convierte.