Madrid 1987

Las miradas y las etiquetas. Dos palabras similares  que a veces son tomadas por iguales. Para mi la vida esta formada de miradas, en cada momento afrontamos una situación, un problema de una manera diferente, le damos una mirada que quizás sea única para esa vez. Que quizás no volverá, pero que esta dentro de nosotros.

Las etiquetas son algo fijo, algo doloroso, algo que se te clava y ya nunca te abandona. La gente por norma general les gusta etiquetar. Supongo que es un mecanismo para sentir seguridad, si etiqueto a alguien sé como reaccionará la próxima vez. Y así no le tendré miedo. Incluso la gente actua también contra su voluntad pero para subrayar su etiqueta, porque así piensa que lo que dice será más valorado.

De esto trata la última película de David Trueba. El forzado transcurso de un encierro protagonizado por un veterano periodista y una joven estudiante desnudos en un baño. Durante este tiempo él le habla, le pontifica más bien, acerca de la vida, de lo que ella cree que será y lo que realmente va a ser. Intenta quitarle etiquetas pero al final solo se las sustituye por otras.

Ella escucha atenta hasta que un momento le replica que ya no puede escucharle más, que la vida esta por delante y que ya verá lo que le depara. Es un grito necesario, un grito que debemos dar de vez en cuando para dejar el derrotismo a un lado y llenarnos de esperanza. Porque si solo bajamos los brazos desde luego que nada bueno nos va a pasar.

Madrid 1987 no es una gran película, aunque la actuación de Sacristan sea descomunal, pero es de esas películas que si te pillan en la tarde adecuada puede dejar muy buen sabor de boca. Como tantas otras películas españolas interesantes no merece pasar tan desapercibida como pasó

0 comentarios: