Ante regimenes totalitarios, tiranos o "simplemente" corruptos la respuesta social suele ser la misma, la petición de justicia, la denuncia. Con la verdad por delante parece que podemos llegar a cualquier sitio. Cuando como nos ha demostrado la Historia en estos regímenes lo más probable es que esta verdad al que lleve a la cárcel y a la miseria es al denunciante, nunca al opresor.

En NO, una de las nominadas al Oscar de este año tenemos un claro ejemplo de esto, como uno de los factores importantes a la hora de sacar a Pinochet del gobierno fue un publicista con una campaña basada en la alegría y no una retaila de denuncias de vejaciones y desapariciones. 

No digo por supuesto que haya que renunciar a todo esto, a la denuncia y a la justicia, pero como bien dice el saber popular "si buscas resultados distintos, no hagas siempre las mismas cosas"

La película aparte de una bien hilvanada trama cuenta con un acierto estético indiscutible y es que al rodarla en UMATIC, el sistema de grabado de aquella época en televisión, las imágenes reales se integran como un guante con la ficción. En el aspecto formal el acierto es el alejamiento total del heroísmo y el populismo ya que aquella gran alegría y optimismo puntual casa difícilmente con el Chile actual de pocos años después. 

Este año ha tenido mala suerte al coincidir en las nominaciones con una de las grandes películas de los últimos años, Amor de Haneke, pero espero que NO no quede eclipsada y llegue a mucha gente.

0 comentarios: