El inglés que subió una colina pero bajó una montaña


Como rosaventero mucho he tardado en mencionar esta película, pero nunca es tarde para poner remedio a esto.

El inglés que subió una colina pero bajó una montaña trata acerca del acontecimiento real que ocurrió en un pequeño pueblo de Gales donde unos cartógrafos midieron la altura de la colina de un pueblo en 984 pies, 16 pies por debajo de lo que oficialmente se considera una montaña. A partir de ahí todo el pueblo se afanó en hacer "crecer" la colina los 16 pies necesarios para que fuera considerada una montaña.

La película esta situada dentro de este grupo de comedias britanicas que tienen una mezcla de cultura localista, problemas sociales y siempre su bonita historia de amor. Esta por ejemplo esta situada en la primera guerra mundial y podemos ver como afecta al pueblo la falta de hombres. Tenemos perfectamente dibujados a los personajes, esta tabernero mujeriego que hace lo que haga falta para salir adelante dandole el toque cómico a la película y su rol hace también que uno que no lo es como es el del cura del pueblo lo parezca. Esta el maestro que representa a la justicia y esta el topografo mayor (el compañero de Hugh Grant) que representa al típico inglés que mira con superioridad a sus vecinos del norte y del oeste. El toque romantico de la película lo da la actriz Tara Fitzgerald que intenta conquistar a un tímido Hugh Grant

Otras películas del mismo estilo pueden ser Tocando el viento y Full Monty. En ambas la trama social esta centrada en el paro que oprime a los protagonistas y como buscan una válvula de escape a traves de una banda música o haciendo streptease para conseguir algo de dinero para seguir adelante.

El inglés que subió una colina pero bajó una montaña es una comedia muy agradable, que nunca nos quita la sonrisa de la cara y que tiene un humor muy acertado, con muchos toques irónicos, ingeniosos y sarcasticos que nos hace pasar un buen rato. Glorioso, por ejemplo, el comienzo donde nos explican el porqué cada habitante del pueblo tiene que tener un apodo. Viendo una película así uno comprende porque esta tan bajo el nivel de las comedias en España que se basan en un humor zafio e insustancial que intenta simplemente buscar la carcajada fácil, conformando películas totalmente vacias.

Somewhere

Sofia Coppola hace muchos años que dejó de ser aquella desafortunada hija de Michael Corleone y se convirtió en una directora de postín. Las Virgenes suicidas ya se me quedó grabada, cuando aún no sabía ni que era de ella. Lost in translation hay poco más que decir que no se haya dicho ya, y también soy un acérrimo de defender su Maria Antonieta, una explosión de cine anacrónico altamente disfrutable.

Cuatro años después (quizás demasiados) vuelve con Somewhere, una película diametralmente opuesta a aquella. En esta es todo contención, todo observación. Vemos la vida perfecta, la vida soñada por todos, la vida de Johnny Marco, un famoso actor que tiene todo cuanto quiere a su disposición, pero que ya nada le llena, nuestros sueños mas humedos son para el simple rutina.

Hasta que un día tiene que hacerse cargo de su hija y esta le insufla un poco de vida, ambos se aferran el uno al otro pero poco más que en un ejercicio de equilibrio imperdurable. La película me ha recordado rapidamente a aquella maravillosa versión no oficial de los ultimos dias de Kurt Cobain de Gus Van Sant.

Coppola ya ha demostrado que puede hacerlo genial en varios estilos de cine, que tiene cuerda para rato y que entra directamente en el club de estos directores que sabes que sus películas como minimo no te van a defraudar. Espero que tenga cuerda para rato y que nos regale películas más a menudo. Y a poder ser que no lleguen a España con 2 años de retraso como ha ocurrido con Somewhere...

El día que encontré el 3D

Win Wenders ha demostrado que el cine en 3D es posible, que fuera de rechapamientos cutres de otras producciones donde buscaban solo sacar unos euros más por entrada, es posible sacar las virtudes del medio. Cada escena esta montada para ser comprendida en 3D, esta película en 2D no tendría ningún sentido, o no tendría el sentido para el que fue ideada.

En ella podemos ver la obra de la famosa bailarina y coreógrafa Pina Baush con la cual Wenders ideó la película, pero que tristemente falleció poco antes de empezar a rodar. Ella es retratada por sus bailarines, a los que vemos en mini-entrevistas con la particularidad de que solo vemos sus rostros que nos miran, mientras que su voz esta sobre ellos en off.

Como siempre en este tipo de material uno se queda con ganas de más, los pequeños trozos de las coreografias apenas nos sacian. Uno necesita más y a ser posible en este 3D de Wenders.